Estudio sobre la incidencia de la violencia en personas con trastornos psiquiátricos.
Aunque previamente ya hemos hecho mención a este trabajo (18/01/2020), por su interés, hacemos una traducción y resumen de las principales conclusiones del trabajo
Estudio de cohorte nacional en Suecia, publicado en JAMA Psychiatry.
En la discusión, los autores destacan 4 hallazgos principales (resumen):
Primero, a los 10 años del inicio de la enfermedad, la tasa de incidencia acumulada de ser sometido a violencia o haber perpetrado violencia fue inferior al 7% en personas diagnosticadas con algún trastorno psiquiátrico. Por lo tanto, esta estimación es considerablemente menor que los resultados de otros estudios.
En segundo lugar, la asociación entre la morbilidad psiquiátrica y un riesgo posterior de ser víctima de violencia se atenuó considerablemente una vez que se tomaron en cuenta los antecedentes de violencia del individuo, así como la confusión familiar al comparar pacientes con sus hermanos sin trastorno psiquiátrico. El aumento estimado del riesgo de ser víctima de violencia entre personas con un diagnóstico psiquiátrico se redujo de un factor de 6.5 a 3.4. En resumen, las personas con un trastorno psiquiátrico eran aproximadamente 3 a 4 veces más propensas que sus hermanos sin trastorno psiquiátrico a sufrir violencia o perpetrar violencia.
En tercer lugar, los riesgos de ser víctima y perpetrador de violencia variaban según los trastornos psiquiátricos específicos y eran más altos en personas con trastornos por consumo de sustancias. Por el contrario, después de ajustar los trastornos por consumo de sustancias y trastornos de personalidad, observamos que las personas diagnosticadas de esquizofrenia no eran más propensas que sus hermanos sin trastorno psiquiátrico a sufrir violencia. Una explicación para este hallazgo es que los pacientes con esquizofrenia están más aislados socialmente y, por lo tanto, es menos probable que se encuentren en entornos donde aumenta el riesgo de sufrir violencia.
Cuarto, de acuerdo con la literatura, encontramos una superposición entre el riesgo de ser víctima de violencia y ser perpetrador de violencia en individuos con un trastorno psiquiátrico. Aunque las comparaciones directas de las medidas de resultado requieren una interpretación cautelosa, observamos que esta superposición puede ser importante porque puede ofrecer objetivos etiológicos y de tratamiento. Al considerar por separado cada resultado, se pasa por alto la interacción dinámica entre ellos. Por poner un ejemplo, el ser víctima de violencia es un detonante para la posterior violencia en pacientes diagnosticados con un trastorno psicótico y personas sin trastorno psiquiátrico.
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